Prostatitis
Las prostatitis o inflamaciones de la próstata son el motivo de consulta más frecuente en urología en los pacientes entre 25 y 40 años, y también aparece en personas de más edad porque acompaña al crecimiento benigno de la próstata.
Causa múltiples trastornos como malestar general, cansancio, fiebre, escalofríos o temblores. Estos síntomas se acompañan de dolor, muchas veces errático (que cambia de lugar), impreciso (difícil de señalar) y variable en presentación e intensidad.
Es típico el dolor en el bajo vientre o testicular que se irradia a la zona de detrás de los testículos (el periné) y que puede ocasionar problemas urinarios: levantarse varias veces por la noche, urgencia al ir al baño, sensación de vaciado incompleto, etc. Incluso puede dar problemas en las relaciones sexuales como dolor al eyacular, sangre en el semen o disfunción eréctil.
Dependiendo de su duración, la prostatitis se puede catalogar como Aguda o Crónica, diferenciándose solo en el tiempo que se alarga la dolencia. Aunque la prostatitis se califique como crónica, suele aparecer con menos intensidad, incluso aparecer y desaparecer ocasionalmente, variando síntomas, intermitencia y duración.
En general provoca un estado de ansiedad y preocupación de los pacientes, por la inexactitud de sus síntomas y el hartazgo que provoca la búsqueda de un tratamiento que dé una solución definitiva tras peregrinar de consulta en consulta.
¿Cómo se clasifican las prostatitis?
Las prostatitis se dividen en dos grandes grupos:
- Bacterianas y abacterianas:
La infección está presente en la prostatitis en el 12 -14 % de los casos. Se habla entonces de prostatitis bacteriana. Puede originarse a partir de un foco infeccioso en boca, faringe, proceso rectal vecino, o infectarse una o varias glándulas de una próstata previamente inflamada.
Cuando no encontramos una bacteria causante en los estudios hablamos de prostatitis abacteriana.
- Prostatitis agudas y prostatitis crónicas:
La prostatitis aguda es la que se presenta por primera vez o aislada en el tiempo. La prostatitis aguda bacteriana es la más alarmante por sus síntomas y suele ser confundida con una “cistitis” o una infección aguda de orina. Este error diagnóstico hace que muchas de las prostatitis agudas bacterianas se traten durante tiempo insuficiente, lo que abre el camino de la cronificación.
La prostatitis crónica presenta una clínica similar a las agudas, generalmente con menos intensidad pero más larga en el tiempo, o reaparece y desaparece. Su característica es precisamente la variabilidad de los síntomas, su intermitencia y su duración.
Catalogamos la prostatitis como crónica si el paciente tiene que haber tenido varias prostatitis durante varios años. También en la clínica del paciente ocurren cambios diferenciales:
- Empiezan a aparecer cambios en la próstata hacia la fibrosis.
- Las células que aparecen en el líquido prostático son diferentes.
- Los cálculos que aparecen en la próstata tienden a calcificarse.
Toda prostatitis crónica siempre empezó por un proceso agudo, y una prostatitis aguda bacteriana puede cronificarse simplemente porque vuelve a aparecer.
¿Cuáles son las causas de la prostatitis aguda?
La próstata es una glándula que se encuentra en una zona del cuerpo muy cercana al exterior y en contacto con la orina donde hay gran cantidad de bacterias. Esto puede contribuir a la aparición de infección por llegada de las bacterias de la orina o desde la uretra.
De igual forma, se encuentran causas anatómicas como estenosis meato, uretra o hiperplasia benigna de próstata; y malos hábitos del paciente como beber poca agua, sedentarismo, retener la orina o el semen.
En nuestro centro siempre descartamos la infección, presente en menos del 15% de los casos. La aparición de cálculos en la próstata como consecuencia de inflamaciones o infecciones previas hace más posible la aparición de nuevas infecciones y hace más difícil la curación de los procesos infecciosos, pues las bacterias se acantonan en la superficie de los cálculos, protegidas por moco, haciéndose a veces muy rebeldes a los tratamientos antibióticos y abriendo el camino de la cronificación.
¿Qué factores favorecen la aparición de la prostatitis aguda?
Son generalmente hábitos que se adquieren. Son la causa principal de su aparición y de la reaparición en las crónicas:
- Beber poca agua.
- Aguantar las ganas de orinar o interrumpir la micción.
- No eyacular con asiduidad proporcionada o interrumpir la eyaculación.
- Sedentarismo.
¿Qué protocolo implementamos en GUA para tratar la prostatitis aguda?
Este tipo de patología es en ocasiones muy difícil de tratar y no es suficiente con antibióticos. A veces está solapada con otras alteraciones como son problemas del suelo pélvico o síndromes miofasciales. Es por ello que en el protocolo del centro siempre se estudian todas las posibles causas.
Además de antibióticos, la prostatitis debe ser tratada con otros fármacos (como anticongestivos pelvianos o relajantes muscular) para aliviar los síntomas.
Además podemos utilizar otras terapias para tratar la prostatodinia (dolor prostático) aplicando Ondas de Choque Focales de baja intensidad a través del periné.
Para comprobar la curación en caso de infección se realiza cultivo de semen (Seminocultivo) tiempo tras la finalización del tratamiento antibiótico, que viene a ser unos dos meses después del tratamiento.
¿Qué criterios seguimos en GUA para la receta de antibióticos como tratamiento de la prostatitis aguda?
Respecto a los antibióticos, nuestro centro mantiene estos criterios:
- Jamás ponemos antibióticos si no hay evidencia de infección (fiebre, mal estado general severo, alteración analítica) o cultivos positivos.
- Jamás ponemos antibióticos “a ciegas”: Hacemos siempre cultivo y antibiograma.
- Tiempo mínimo de tratamiento de cuatro semanas.
¿Qué causa la cronificación de la prostatitis?
Generalmente la prostatitis se cronifica debido a:
- Una prostatitis aguda mal tratada.
- Causas anatómicas como estenosis meato, uretra o hiperplasia benigna de próstata.
- Malos hábitos del paciente como beber poca agua, sedentarismo, retener la orina o el semen, etc.
En nuestro centro siempre descartamos la infección, que está presente en 12-14% de los casos. La presencia de cálculos en la próstata hace más posible la reinfección, y hace más difícil la curación de los procesos infecciosos, pues las bacterias se acantonan en la superficie de los cálculos, protegidas por moco, haciéndose a veces muy rebeldes a los tratamientos antibióticos.
Respecto a los antibióticos, nuestro centro mantiene estos criterios:
- Jamás ponemos antibióticos si no hay evidencia de infección.
- Jamás ponemos antibióticos “a ciegas”: Hacemos siempre cultivo y antibiograma.
- Tiempo mínimo de tratamiento de cuatro semanas.
¿Qué protocolo seguimos en GUA para tratar la prostatitis crónica?
En nuestra larga experiencia explicamos centenares, miles de veces esto a nuestros pacientes, dejándoles claro que siempre que llamen a nuestra puerta nuestra actuación tendrá tres líneas principales:
- Poner la medicación más adecuada para sus síntomas.
- Descartar siempre que exista una infección.
- Valorar la repercusión sobre el aparato urinario.
¿Cómo es el tratamiento de la prostatitis crónica?
Este tipo de patología es en ocasiones muy difícil de tratar y no es suficiente con antibióticos. A veces está solapada con otras alteraciones como son problemas del suelo pélvico o síndrome miofasciales. Es por ello que en el protocolo del centro siempre se estudian todas las posibles causas.
Además de antibióticos las prostatitis deben ser tratadas con otros fármacos (como anticongestivos pelvianos o relajantes musculares) para aliviar los síntomas.
De igual forma podemos utilizar otras terapias para tratar la prostatodinia (dolor prostático) aplicando Ondas de Choque Focales de baja intensidad a través del periné.
¿De qué manera se comprueba la efectividad del tratamiento?
Para comprobar la curación en caso de infección se realiza cultivo de semen (Seminocultivo) unas dos o tres semanas después de la finalización del tratamiento antibiótico.
¿Qué secuelas puede ocasionar la prostatitis?
Las prostatitis podrían dejar al paciente con peor chorro urinario, al quedar como secuela un cuello de la vejiga fibroso o torpe, que abre peor (Esclerosis de cuello). Entramos aquí en otro campo, que es el de una próstata que es obstructiva, no porque haya crecido, sino porque se ha cerrado y estrangula el cuello de la vejiga.
Para la prostatitis aguda
- Anticongestivos prostáticos.
- Antibióticos en las prostatitis bacterianas.
- Antiinflamatorios si la próstata es dolorosa.
- Relajantes musculares.
- Medicación para los síntomas irritativos (antimuscarínicos).
- Medicación para relajar el cuello de la vejiga (bloqueantes alfa– uno adrenérgicos).
Para la prostatitis crónica
- Ondas de Choque Focales de baja intensidad.
- Antibióticos.
- Anticongestivos pelvianos.
- Relajantes musculares
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