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El nervio pudendo: el gran desconocido tras el dolor pélvico y la disfunción sexual en hombres

Por el Dr. Héctor Ajubita Fernández – Especialista en Urología y Andrología. GUA Urología y Andrología.

Índice de contenidos

  1. ¿Qué es el nervio pudendo?
  2. Funciones del nervio pudendo en el varón
  3. Pudendalgia: síntomas y señales de alarma
  4. Diagnóstico: criterios de Nantes y pruebas disponibles
  5. Tratamientos para el atrapamiento del nervio pudendo
  6. Impacto en la calidad de vida masculina
  7. Cómo te ayudamos en GUA Urología y Andrología
  8. Preguntas frecuentes
  9. Solicita tu cita

¿Qué es el nervio pudendo?

El nervio pudendo es uno de los nervios más relevantes del suelo pélvico masculino.
Nace de las raíces sacras S2–S4 y recorre la pelvis atravesando zonas críticas como el canal de Alcock.
En este trayecto, puede sufrir irritación, inflamación o atrapamiento, lo que ocasiona dolor y alteraciones funcionales conocidas como pudendalgia.

A pesar de su importancia, sigue siendo un gran desconocido: muchos hombres sufren durante años dolor pélvico o problemas sexuales sin llegar a un diagnóstico preciso.

Funciones del nervio pudendo en el varón

El nervio pudendo cumple varias funciones clave:

  • Sensitiva: aporta sensibilidad al pene, escroto, periné, ano y uretra.
  • Motora: controla músculos esenciales como el esfínter externo de la uretra y el esfínter anal.
  • Autonómica: participa en la función eréctil y en la eyaculación.

Por todo ello, cuando este nervio se ve comprometido, los síntomas afectan no solo al suelo pélvico masculino,
sino también a la esfera sexual y urinaria.

Pudendalgia: síntomas y señales de alarma

El atrapamiento del nervio pudendo provoca un conjunto de síntomas muy característicos. Reconocerlos es clave para no confundirlos con otras patologías urológicas.

Dolor pélvico

  • Molestias o dolor intenso en la zona perineal.
  • El dolor aumenta al sentarse y mejora al estar de pie o sentado en el borde de la silla.
  • Puede coexistir con sensación de cuerpo extraño en la uretra o en el recto.

Síntomas urinarios

  • Urgencia urinaria y necesidad de orinar con frecuencia.
  • Dolor o escozor al orinar (disuria).
  • Sensación de vaciado incompleto de la vejiga.

Alteraciones sexuales

  • Disfunción eréctil, en ocasiones resistente a fármacos convencionales.
  • Eyaculación dolorosa o molestias durante las relaciones sexuales.

Es frecuente que este cuadro se confunda con prostatitis crónica,
lo que retrasa el diagnóstico y tratamiento correctos.

Diagnóstico: criterios de Nantes y pruebas disponibles

El diagnóstico se fundamenta en los criterios de Nantes, un conjunto de puntos clínicos que ayudan a identificar la neuralgia del pudendo:

  • Dolor que empeora al estar sentado.
  • Ausencia de dolor durante la noche.
  • Dolor que no se irradia fuera del territorio del nervio pudendo.
  • Mejoría significativa tras un bloqueo anestésico del nervio pudendo.

Las pruebas de imagen pueden aportar información, pero la confirmación más fiable es la respuesta positiva a un bloqueo diagnóstico.

Tratamientos para el atrapamiento del nervio pudendo

El tratamiento suele ser escalonado, buscando primero opciones menos invasivas:

  • Medidas conservadoras: fisioterapia de suelo pélvico, cambios posturales, ejercicios de descompresión.
  • Tratamiento farmacológico: medicamentos neuromoduladores del dolor neuropático.
  • Bloqueos anestésicos: aplicados con control ecográfico o radiológico, aportan alivio y confirman el diagnóstico.
  • Neuromodulación: estimulación eléctrica de raíces sacras o del propio nervio pudendo.
  • Cirugía de descompresión: indicada solo en casos seleccionados y refractarios.

Impacto en la calidad de vida masculina

El dolor crónico pélvico y las disfunciones asociadas al nervio pudendo afectan la vida personal, sexual, laboral y emocional de los hombres.
El diagnóstico temprano es esencial para evitar años de sufrimiento y mejorar la calidad de vida.
La buena noticia: existen tratamientos eficaces.

Cómo te ayudamos en GUA Urología y Andrología

En GUA Urología y Andrología, en Las Palmas de Gran Canaria, contamos con un equipo especializado en disfunciones del suelo pélvico masculino.
Nuestro enfoque es integral: combinamos diagnóstico clínico preciso, pruebas avanzadas y fisioterapia pélvica, adaptando cada tratamiento al caso individual.

Conócenos: nuestro equipo médico.

Preguntas frecuentes

  • ¿El atrapamiento del nervio pudendo se cura? Muchos pacientes logran una mejoría significativa con fisioterapia, bloqueos o neuromodulación.
  • ¿Es lo mismo que la prostatitis crónica? No. Aunque comparten síntomas, la causa y el tratamiento son diferentes.
  • ¿Cuánto tarda en mejorar? Depende de cada caso y del tiempo de evolución. La detección precoz facilita la recuperación.

Solicita tu cita

Si sufres dolor pélvico o disfunción sexual que podrían estar relacionados con el nervio pudendo, no esperes más.
Nuestro equipo puede ayudarte a recuperar tu calidad de vida:

«Tu salud pélvica y sexual merece atención especializada. Estamos aquí para ayudarte.»

enfermedades transmision sexual

Prevención de ITS en hombres: guía práctica y sin alarmismos

Por la Dra. María Fernanda Peraza Godoy – Especialista en Urología, Andrología y Medicina Sexual. GUA Urología y Andrología.

Índice de contenidos

  1. ¿Por qué hablar de esto ahora?
  2. ¿Qué encontrarás en esta guía?
  3. Top 3 de ITS que más vemos en consulta
  4. “¿Y si no tengo síntomas?”
  5. La regla 1–3–3 para testearte sin liarte
  6. Periodos ventana: cuándo testear tras una práctica de riesgo
  7. Prevención práctica: lo que sí funciona
  8. Checklist rápido “antes–durante–después”
  9. Por qué los mensajes de prevención no llegan (y cómo hacer que sí lleguen)
  10. Cómo te acompañamos en GUA
  11. Solicita tu cita hoy

¿Por qué hablar de esto ahora?

Las infecciones de transmisión sexual (ITS) van en aumento en España y en Europa. Afectan especialmente a los hombres jóvenes, pero nadie está libre. La buena noticia: se pueden prevenir, detectar a tiempo y tratar. Nuestro objetivo con este artículo es darte criterios claros, sin sustos ni moralinas, para que tomes decisiones informadas sobre tu salud sexual.

Aquí vas a encontrar

  • Qué ITS son hoy las más frecuentes en varones y cómo se manifiestan.
  • La regla 1–3–3 para decidir cuándo testearte.
  • Consejos prácticos de prevención en sexo vaginal, anal y oral.
  • Qué hacer si tienes pareja estable, si tienes parejas nuevas o si practicas chemsex.
  • Vacunas que sí te protegen.
  • Cómo te acompañamos en GUA: confidencialidad, pruebas, tratamiento y seguimiento.

Top 3 de ITS que más vemos en consulta

1) Gonorrea

Qué es: una bacteria (Neisseria gonorrhoeae) que se transmite por sexo vaginal, anal u oral sin protección.

Síntomas típicos en hombres: escozor al orinar, secreción uretral espesa (amarilla/verdosa), dolor o inflamación testicular. También puede dar dolor o secreción rectal y dolor de garganta tras sexo oral. A veces, no da síntomas.

Por qué preocupa: progresa rápido y se asocia a resistencia a antibióticos. Requiere diagnóstico y elección del tratamiento adecuados.

Se contagia: por contacto con secreciones infectadas. También durante el parto (de la madre al bebé). No se transmite por toallas, WC o piscinas.

Más info: Gonorrea – pruebas y tratamiento en GUA.

2) Clamidia

Qué es: infección por Chlamydia trachomatis. Muy común y a menudo silenciosa.

Síntomas en varones: secreción clara o poco densa, escozor al orinar, molestias pélvicas o dolor testicular. En el recto: dolor, tenesmo, secreción. En la garganta: irritación.

Por qué preocupa: porque puede pasar desapercibida y facilitar otras infecciones. En el hombre puede complicarse con epididimitis.

Se contagia: por sexo sin preservativo (vaginal, anal u oral) y por contacto con secreciones. Existe transmisión perinatal.

Más info: Clamidia – diagnóstico y manejo.

3) Sífilis

Qué es: causada por la bacteria Treponema pallidum. Evoluciona por fases.

Síntomas guía:

  • Primaria: una úlcera indolora (chancro) en genitales, ano o boca.
  • Secundaria: erupción en palmas y plantas, placas en mucosas, fiebre, malestar.
  • Latente: sin síntomas.
  • Terciaria (tardía): puede afectar corazón, cerebro y otros órganos.

Se contagia: por contacto directo con la úlcera durante sexo vaginal, anal u oral. También puede transmitirse en el embarazo.

Más info: Sífilis – pruebas y tratamiento.

“¿Y si no tengo síntomas?”

La mayoría de ITS pueden cursar sin señales claras, sobre todo clamidia y gonorrea. Por eso, si tienes vida sexual activa, merece la pena practicar cribado periódico y pedir pruebas en todas las zonas de exposición (uretra/orina, recto y faringe), no solo orina.
Para integrarlo en tu rutina, puedes reservar tu cita online o escribirnos.

La regla 1–3–3 para testearte sin liarte

  • 1 → Si tienes pareja estable y no cambiáis de pareja, 1 vez al año. Siempre que cambies de pareja, hazte prueba.
  • 3–6 → Si tienes parejas nuevas o varias en paralelo, cada 3–6 meses.
  • 3 → Si eres HSH (hombres que tienen sexo con hombres), usas PrEP, practicas chemsex o tienes sexo sin preservativo frecuente, cada 3 meses.

Pide pruebas según tus prácticas: uretra (orina o exudado), recto y faringe. Añade serologías (sífilis, VIH) y hepatitis según tu caso.
Refuerza tu plan con nuestro contenido de salud sexual y solicita tu cribado.

Periodos ventana: cuándo testear tras una práctica de riesgo

  • Clamidia / Gonorrea (PCR/NAAT): detección fiable desde la primera–segunda semana tras la exposición. Si tienes síntomas, testea antes.
  • Sífilis (serología): anticuerpos suelen detectarse a partir de 3–6 semanas; un test negativo muy precoz puede requerir repetición.
  • VIH (4ª generación): resultado definitivo a las 6 semanas del contacto de riesgo. Si el negativo es anterior, puede requerir control.

Si hay síntomas compatibles, no esperes: consulta y valora tratamiento presuntivo. Después podrás repetir pruebas para confirmar curación.
En riesgo reciente (<72h), valora consulta urgente.

Prevención práctica: lo que sí funciona

Lo no negociable

  • Preservativo: úsalo desde el principio hasta el final en sexo vaginal, anal y oral. Cambia de condón al cambiar de práctica.
  • Lubricante: base de agua o silicona; evita dañar el condón. El anal siempre con lubricante.
  • Pruebas periódicas: aplica la 1–3–3. Integra los test en tu rutina de salud.
  • Notifica y trata a las parejas si una prueba sale positiva.
  • Vacunas: VPH, hepatitis A y B. Consulta nuestras páginas de VPH y
    Hepatitis.

Lo negociable (según tu contexto)

  • Acuerdos de pareja: monogamia, “monogamia negociada”, uso de PrEP, o pactar tests antes de dejar el preservativo.
  • Barreras orales: preservativo en sexo oral pene–boca; barreras de látex para sexo oral–vulva/ano.
  • Autoexudados: algunas clínicas permiten auto-toma faríngea/rectal (cómodo y eficaz), consúltalo.

Para un abordaje completo de la salud urogenital, revisa también nuestra sección de suelo pélvico masculino y otros contenidos del blog.

Checklist rápido “antes–durante–después”

  • Antes: lleva kit (condones, lubricante, toallitas), revisa caducidad, habla de límites y métodos de prevención.
  • Durante: si el condón se rompe, cámbialo al momento. No mezcles lubricantes con base grasa (aceites, vaselina) con preservativos de látex.
  • Después: si hubo incidente, valora PEP VIH (profilaxis post-exposición) cuanto antes (ideal < 72 h). Agenda test según ventana.
    Pedir cita.

Por qué los mensajes de prevención no llegan (y cómo hacer que sí lleguen)

Lo que frena

  • Información ≠ conciencia. Saber datos no siempre cambia conductas.
  • Falsa tranquilidad por infecciones silenciosas. Clamidia y gonorrea pueden no dar síntomas.
  • Uso inconsistente del preservativo. Se minimiza el riesgo del sexo oral y de los cambios de práctica sin cambiar el condón.
  • Normalización del sexo casual sin chequeos. Aumentan las redes sexuales, pero el test no se integra como rutina.
  • Baja percepción de riesgo. “A mí no me va a pasar”.
  • Reactancia psicológica. Los mensajes moralistas o de miedo generan rechazo (“me quieren controlar”).
  • Disonancia cognitiva. Para no sentir culpa, tendemos a minimizar el riesgo.
  • Culpa y vergüenza. Bloquean la consulta y la conversación.
  • Doble mensaje social. Se promueve el placer pero se estigmatiza la infección → confusión y silencio.

Cómo cambiamos el guion

  • Lenguaje sin juicios, con foco en cuidado y placer: elegir preservativo, lubricante, vacunas y test periódicos.
  • Regla mnemotécnica 1–3–3 en todas las comunicaciones: anual / 3–6 meses / 3 meses.
  • Normalizar el test como higiene sexual. Igual que la revisión dental.
  • Reducción de daños explícita (HSH y chemsex): acuerdos de pareja, PrEP, barreras en sexo oral/anal, chequeos trimestrales si hay alto riesgo.
  • Llamadas a la acción concretas y medibles: “pide tu test este mes”, “trae a tu pareja”, “vacúnate si te falta”.
  • Micro-mensajes que funcionan:Sin síntomas ≠ sin ITS”, “Test + preservativo = protección”, “Salud sexual segura = autocuidado + elecciones informadas”.

Cómo te acompañamos en GUA: confidencialidad, pruebas, tratamiento y seguimiento

En GUA Urología y Andrología te ofrecemos un entorno confidencial y cercano. Realizamos pruebas de ITS ajustadas a tus prácticas (uretra, recto, faringe y serologías), te orientamos sobre vacunación, iniciamos tratamiento cuando procede y programamos el seguimiento. Nuestro enfoque es práctico, sin alarmismos, centrado en tu bienestar.
Conoce a nuestro equipo: equipo GUA y la autora Dra. Mafe Peraza Godoy.

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Da el siguiente paso hacia una salud sexual segura. Programa tu test de ITS o tu consulta con nuestro equipo.

«Cuidar tu salud sexual es cuidarte. Estamos para ayudarte.»


etapas de la vida de un hombre

Salud sexual masculina: cómo mejorarla en cada etapa de la vida

Por Dra. María Fernanda Peraza Godoy – Uróloga y Andróloga especialista en Medicina Sexual. 

La salud sexual masculina no es un episodio aislado, sino un viaje que acompaña a los hombres en cada etapa de la vida. Desde la pubertad hasta la vejez, los cambios biológicos, emocionales y sociales influyen en cómo los hombres viven su sexualidad, cómo la cuidan y qué retos enfrentan.

A lo largo de este recorrido, un tema central se repite: los hombres también necesitan permiso para cuidar su salud sexual, expresar vulnerabilidad y pedir ayuda sin miedo a perder virilidad. En este artículo exploramos la vida sexual del hombre en cada etapa y cómo potenciar el bienestar sexual con un enfoque integral.

Índice de contenidos

  1. Pubertad: despertar de la sexualidad y primeros cuidados
  2. Juventud y adultez temprana: prevención y hábitos saludables
  3. Adultez media: la sexualidad como centinela de la salud
  4. Madurez: redefinir la masculinidad y afrontar la andropausia
  5. Vejez y longevidad: sexualidad activa como fuente de bienestar
  6. Reflexión final: vulnerabilidad como fortaleza
  7. Solicita tu cita hoy

Pubertad: despertar de la sexualidad y primeros cuidados

La pubertad marca el inicio de la maduración sexual. Entre los 9 y 14 años, los varones experimentan la activación hormonal que desencadena la producción de testosterona, el crecimiento testicular, el desarrollo del pene, la aparición del vello púbico y la voz más grave.

Retos principales en la pubertad

  • Higiene genital y cuidado del prepucio: una explicación sencilla sobre cómo lavar correctamente el pene previene balanitis e infecciones.
  • Educación sobre ITS: uso del preservativo, consentimiento y respeto mutuo en las relaciones.
  • Aproximación sana a la sexualidad: comprender que la sexualidad no se reduce al rendimiento, sino al autoconocimiento y los vínculos sanos.

Juventud y adultez temprana: prevención y hábitos saludables

En la segunda y tercera década de la vida, los hombres alcanzan su máximo potencial físico y sexual, pero también se consolidan hábitos que impactarán en su futuro.

Cuidados clave en esta etapa

  • Prevención de ITS: aumento de casos de clamidia, gonorrea y sífilis. Recomendación: pruebas periódicas y uso consistente del preservativo.
  • Construcción de estilo de vida: lo que un hombre haga a los 20-30 años (alimentación, ejercicio, sueño, consumo de tabaco o alcohol) repercute directamente en su fertilidad y salud sexual futura.
  • Estrés y paternidad: ansiedad y presión laboral pueden afectar la función eréctil.
  • Fertilidad masculina: hábitos saludables hoy son la mejor inversión para el mañana.

La fertilidad masculina no es ilimitada: empieza a cuidarla desde joven.

Adultez media: la sexualidad como centinela de la salud

Entre los 40 y 55 años, la sexualidad se convierte en un indicador de salud global. La disfunción eréctil puede ser el primer síntoma de enfermedad cardiovascular.

Aspectos clave

  • Disfunción eréctil como señal de alarma: consultar al urólogo puede salvar la vida, no solo la vida sexual.
  • Chequeo hormonal: detectar hipogonadismo incipiente y diferenciarlo del envejecimiento normal.
  • Control metabólico: obesidad, glucosa y lípidos influyen en la testosterona y la función sexual.
  • Manejo del estrés: responsabilidades profesionales y familiares impactan en la libido.

La sexualidad es un espejo de la salud cardiovascular.

Madurez: redefinir la masculinidad y afrontar la andropausia

A partir de los 50 años, muchos hombres enfrentan la llamada andropausia o hipogonadismo tardío. Sus síntomas más comunes incluyen:

  • Disminución del deseo sexual
  • Problemas de erección
  • Fatiga persistente
  • Pérdida de masa muscular
  • Cambios emocionales: apatía, irritabilidad o tristeza

Retos psicosociales

  • El guion cultural masculino deja poco espacio para la vulnerabilidad.
  • Muchos hombres consultan tarde, retrasando diagnóstico y tratamiento.
  • La masculinidad madura convive con la exigencia de seguir rindiendo sexualmente.

El abordaje debe ser integral: evaluación médica, apoyo psicológico, nutrición, ejercicio y, en casos indicados, terapia con testosterona supervisada.

Vejez y longevidad: sexualidad activa como fuente de bienestar

La sexualidad no desaparece en la vejez: evoluciona y sigue siendo fuente de bienestar físico y emocional.

Datos relevantes

  • El 40% de los hombres entre 76 y 80 años siguen siendo sexualmente activos.
  • El 76% considera que el sexo sigue siendo importante en la relación.
  • La masturbación es común y uno de cada tres utiliza juguetes sexuales.

Beneficios de la sexualidad en la vejez

  • Mejora cardiovascular
  • Fortalecimiento del suelo pélvico
  • Mejor calidad del sueño y reducción del estrés
  • Refuerzo de la autoestima y la conexión de pareja

La intimidad en la vejez mejora la salud física y emocional.

Reflexión final: vulnerabilidad como fortaleza

El viaje de la salud sexual masculina demuestra que cada etapa de la vida tiene retos y oportunidades. Cuidarla no resta masculinidad, la fortalece. Consultar a un especialista es un acto de responsabilidad y valentía que mejora la calidad de vida y las relaciones.

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En GUA Urología y Andrología, Gran Canaria, somos especialistas en andrología y urología. Te acompañamos en cada etapa con un enfoque personalizado.

«Tu salud sexual merece atención en cada etapa de tu vida.»

pareja juntando manos

Mitos sobre la salud sexual masculina que debes dejar atrás

Por Dra. María Fernanda Peraza Godoy – Uróloga-Andróloga | Especialista en Medicina Sexual. GUA Urología y Andrología, Gran Canaria

Índice de contenidos

  1. Mito 1: La presión de estar “siempre listo”
  2. Mito 2: Vergüenza sobre la disfunción eréctil
  3. Mito 3: La dominación como sinónimo de deseo
  4. Mito 4: Sexo sin conexión emocional
  5. Mito 5: El sexo como carrera contra el reloj
  6. Mito 6: El envejecimiento mata el deseo
  7. Mito 7: El tamaño lo es todo
  8. Impacto en la masculinidad y la salud sexual
  9. Solicita tu cita

Mito 1: La presión de estar “siempre listo”

La verdad es que no somos máquinas: el deseo sexual fluctúa como el de cualquier otra persona. El estrés, la falta de sueño o los conflictos personales influyen directamente. Esta falsa expectativa genera ansiedad en lugar de intimidad. No estar “encendido” todo el tiempo es normal. Si te preocupa o afecta tu relación, consulta: muchas veces, es algo tratable.

Mito 2: Vergüenza sobre la disfunción eréctil

Un mito extendido es que “los hombres reales no tienen problemas de rendimiento”. La disfunción eréctil, la eyaculación precoz u otras dificultades sexuales son frecuentes y no disminuyen la masculinidad. En EE. UU., unos 30 millones de hombres viven con DE. La ayuda médica y terapéutica marca la diferencia.

Mito 3: La dominación como sinónimo de deseo

El sexo saludable se basa en respeto y comunicación, no en roles rígidos. La exigencia de “actuar” como dominante puede bloquear la intimidad. Hablar con la pareja abre la puerta a conexiones auténticas.

Mito 4: Sexo sin conexión emocional

Muchos hombres desean conexión emocional además de la física. Ignorar esa necesidad genera soledad y frustración. La confianza y la vulnerabilidad enriquecen la vida sexual.

Mito 5: El sexo como carrera contrarreloj

No hay cronómetro. La eyaculación precoz es común y no significa un fallo. La verdadera satisfacción está en la conexión, no en la duración.

Mito 6: El envejecimiento mata el deseo

Falso. Más de la mitad de los hombres mayores de 70 siguen activos sexualmente. La clave está en adaptarse, explorar nuevas formas de placer y cuidar la salud. Descubre más en cómo mejorar tu salud prostática.

Mito 7: El tamaño lo es todo

Solo el 45 % de los hombres heterosexuales y el 62 % de los hombres gay/bisexuales se sienten cómodos con su tamaño. Sin embargo, la mayoría de mujeres no lo consideran relevante. Lo esencial es la conexión emocional, comunicación y placer compartido.

Impacto en la masculinidad y la salud sexual

Estos mitos reflejan un modelo de masculinidad tóxica que impide reconocer necesidades y pedir ayuda. Este enfoque daña la salud mental y física de los hombres. Aceptar la vulnerabilidad y consultar a un especialista no te hace menos hombre, te hace más saludable.

Cuidar tu salud sexual es cuidarte como persona integral, no como estereotipo.

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En GUA Urología y Andrología realizamos un diagnóstico y tratamiento personalizado de los problemas de salud sexual masculina.

Consulta también nuestro artículo sobre soluciones reales para la disfunción eréctil.

infecciones urinarias en hombres en verano

Infecciones urinarias en hombres: cómo prevenirlas y tratarlas en verano (guía 2025)

Por el Dr. Rubén Cutanda – Especialista en Urología. GUA Urología y Andrología, Gran Canaria

Índice de contenidos

  1. ¿Por qué aumentan las infecciones urinarias en hombres en verano?
  2. Consejos rápidos para prevenir infecciones urinarias
  3. Factores de riesgo en hombres
  4. Síntomas y formas clínicas más comunes
  5. Nuevas herramientas diagnósticas 2025
  6. Prevención efectiva en verano
  7. ¿Cuándo consultar con el urólogo?
  8. Solicita tu cita hoy

¿Por qué aumentan las infecciones urinarias en hombres en verano?

Las infecciones urinarias en hombres, aunque menos frecuentes que en mujeres, aumentan claramente durante el verano. Este patrón está bien documentado por estudios médicos. Factores como el calor, la deshidratación y algunos hábitos propios del verano contribuyen al incremento de estas infecciones.

  • Menor hidratación: provoca orina más concentrada, lo que irrita la vejiga y favorece la proliferación bacteriana.
  • Temperaturas altas: causan sudoración y reducen el volumen urinario.
  • Uso prolongado de ropa mojada: como bañadores húmedos, genera un ambiente propicio para las bacterias.
  • Retener la orina: en viajes largos o actividades al aire libre favorece la multiplicación bacteriana.
  • Mayor actividad sexual: eleva el riesgo de infecciones del tracto urinario e ITS.

Consejos rápidos para prevenir infecciones urinarias

Los hombres pueden tomar medidas sencillas para evitar infecciones urinarias, especialmente en épocas de calor:

  • Beber entre 2 y 3 litros de agua al día, incluso sin tener sed.
  • Cambiarse de bañador tras nadar y ducharse con agua limpia.
  • Orinar cada 3-4 horas y siempre después de mantener relaciones sexuales.
  • Si tienes prepucio, retraerlo para orinar y evitar el uso de papel higiénico en el glande.

Prevenir las infecciones urinarias en hombres es más fácil de lo que parece si se siguen buenos hábitos diarios.

Factores de riesgo en hombres

Las infecciones urinarias en hombres suelen estar asociadas a condiciones médicas o anatómicas. Algunos factores comunes incluyen:

  • Hiperplasia benigna de próstata (HBP): dificulta el vaciado completo de la vejiga.
  • Relaciones sexuales sin protección: especialmente sexo anal.
  • Litiasis urinaria o malformaciones: anatómicas en la uretra, prepucio o riñones.
  • Diabetes mal controlada: aumenta el riesgo de infecciones por alteración de las defensas.
  • Sondajes urológicos: o cistoscopias frecuentes.
  • Inmunosupresión: trasplante, VIH o tratamientos biológicos.

Síntomas y formas clínicas más comunes

ITU baja no complicada

Síntomas típicos: escozor al orinar, necesidad urgente y frecuente de orinar, sensación de vaciado incompleto. Sin fiebre.

Prostatitis aguda

Fiebre, dolor en la zona perineal y dificultad urinaria. Puede haber retención. Requiere urocultivo y seguimiento.

Pielonefritis

Dolor lumbar, fiebre alta, malestar general. Puede requerir pruebas de imagen si no mejora con antibióticos.

Nuevas herramientas diagnósticas 2025

Gracias a los avances médicos, ahora es posible diagnosticar infecciones urinarias en hombres de forma más rápida y eficaz:

  • Flow‑UTI®: citometría de flujo que descarta infección en menos de un minuto.
  • PCR multiplex: útil en hospitales para detectar resistencias antibióticas.

Prevención efectiva en verano

Además de los consejos anteriores, ten en cuenta lo siguiente:

  • No retengas la orina por períodos prolongados.
  • Usa preservativo en el sexo ocasional o anal.
  • Controla la HBP si notas chorro débil o goteo.
  • Revisa tu glucemia si eres diabético.
  • Lleva ropa interior seca después de nadar.

¿Cuándo consultar con el urólogo?

Acude a revisión médica si tienes alguno de los siguientes síntomas:

  • Fiebre alta o escalofríos.
  • Dolor en costados o espalda baja.
  • Presencia de sangre en la orina.
  • Dificultad grave para orinar.
  • Síntomas persistentes tras 48 h de antibiótico.
  • Dolor testicular o secreción por la uretra.

Un diagnóstico precoz evita complicaciones y tratamientos innecesarios.

Solicita tu cita hoy

¿Tienes molestias urinarias o quieres prevenir problemas este verano?

En GUA Urología y Andrología te ofrecemos un diagnóstico experto y un enfoque personalizado.

Referencias

  • EAU Guidelines. Urological Infections. 2025.
  • IDSA Clinical Practice Guideline for UTIs in Adults. 2025.
  • ECDC. Antimicrobial Resistance in Europe 2024 Report.
  • EMA. EPAR: Tebipenem pivoxil HBr, 2025.

«Infecciones urinarias en hombres: más comunes en verano, pero siempre prevenibles.»

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