Se recomienda asistir a terapia sexual cuando la persona de manera individual, uno de los miembros de la pareja o ambos detectan que sus relaciones sexuales son insatisfactorias por alguna disfunción concreta o bien porque, en general, siente disconformidad o malestar.
Es conveniente entender la terapia sexual como una herramienta que es capaz de poner en valor la sexualidad, el placer, las emociones, la comunicación… E incluso nuestra autoestima y habilidades sociales.
¿Qué debes saber sobre la terapia sexual?
En ocasiones, hablar de sexo puede resultar incómodo pero para ello están nuestros especialistas. Ellos harán que puedas sentirte en confianza para así poder hablar sobre tu caso con tranquilidad.
Para empezar, la terapia sexual tiene un proceso de evaluación en el que el terapeuta determina las pautas a seguir. En este punto, podrás hablar con tanta profundidad como necesites ya que estos problemas pueden ser complejos y muchas veces no logramos entender en su totalidad lo que está pasando.
¿Qué aspectos aborda la terapia sexual?
La terapia sexual consiste en un conjunto de estrategias y técnicas terapéuticas. La finalidad es resolver los problemas que la persona pueda tener relacionados con su sexualidad. El objetivo es que la persona goce de un alto bienestar general, durante sus relaciones sexuales y fuera de ellas.
Suelen abordarse muchos aspectos de la vida de la persona. Temas como la sexualidad propia y en pareja, las creencias sobre el sexo, la educación sexual, los traumas, el trabajo y el contexto actual de cada uno.
Una vez concluida la terapia, tendrás herramientas para expresarte con mayor libertad y claridad, comprenderás con mayor facilidad tus necesidades sexuales y, al mismo tiempo, tendrás una mayor facilidad para identificar las de tu pareja con el objetivo de alcanzar la plenitud sexual.
¿Debo acudir solo o con mi pareja?
Dependiendo del problema o del tipo de caso, podrás acudir solo o con tu pareja. No siempre es necesario que acudan los dos miembros de la pareja a terapia. En repetidas ocasiones, pese a vivir el problema en pareja, la persona quiere tratar un problema o dificultad personal.
– Terapia Sexual individual: Generalmente, la persona que solicita terapia sexual individual lo hace porque piensa o siente que su insatisfacción sexual es debida a una dificultad personal.
– Terapia Sexual de pareja: La pareja solicita esta modalidad de terapia sexual de pareja cuando considera que ambos sufren por un problema sexual. De esta forma, se trabaja en sesión conjuntamente con ambos miembros de la pareja. Se tratan aquellos aspectos que tienen que ver con las relaciones sexuales y, si es necesario, se consideran también otros factores de la relación de pareja como pueden ser la afectividad, la comunicación, la confianza, la infidelidad, etc.
¿La terapia sexual está dirigida exclusivamente a personas o parejas que tengan una disfunción sexual?
La Terapia Sexual no sólo se dirige a personas o parejas que tengan una disfunción sexual. Pueden beneficiarse también todas aquellas personas que:
- Desean mejorar su calidad de vida sexual a pesar de no tener un problema concreto.
- Desean o necesitan completar su educación sexual, o simplemente quieren hacer una consulta puntual.
- No disfrutan de su vida sexual de forma plena por motivos diferentes a una disfunción sexual: problemas de autoestima sexual, traumas sexuales o afectivos, dificultades en la relación con los demás, problemas de pareja, etc.
¿Cuándo acudir a terapia sexual?
Los motivos más frecuentes para acudir a terapia sexual son:
- La falta de deseo sexual.
- Disfunción eréctil (dificultad para conseguir o mantener una erección)
- Eyaculación precoz en el caso del hombre.
- Eyaculación retardada en el caso del hombre.
- Dificultad para tener un orgasmo.
- Anorgasmia.
- Dolor durante el acto sexual o incapacidad para tener sexo con penetración.
- Miedo o aversión al sexo.
- Agresiones o abusos sexuales.
- Falta de habilidades sexuales.
- Desinterés sexual o problemas derivados de la monotonía de la pareja.
- Adicción al sexo.
- Parafilias.
Es importante mencionar que no es indispensable tener problemas graves para acudir a este tipo de terapia pues la terapia sexual también puede ser útil para tratar otros asuntos relacionados con la sexualidad.
¿Apoyarse en un terapeuta quiere decir que mi relación ha terminado?
La respuesta es no. En repetidas ocasiones, nos encontramos con pacientes que relacionan la ayuda con el fracaso de la relación. No obstante, es todo lo contrario.
En el momento en que ponemos nuestra intención en tratar de solucionar un problema o crisis ya estamos empezando con el tratamiento. Gracias a nuestros profesionales podemos identificar de forma rápida los posibles factores que amenazan nuestra relación e incluso identificar si existiese una causa no psicológica (problemas urológicos o ginecológicos). Trabajamos de forma interdisciplinar con nuestro equipo médico para obtener el mejor resultado.
Cada pareja es única y nuestros profesionales siempre individualizan cada caso con sus valores y peculiaridades sin emitir ningún tipo de juicio de valor. Nos concentramos en identificar qué valores dentro de cada pareja son los más positivos para fortalecerla y, a su vez, tratamos de descartar aquellos que pudieran afectarla.
Durante la terapia, el terapeuta plantea una serie de ejercicios, pautas, o negociaciones a ambos miembros de la pareja y/o por separado para llevar a cabo en casa. Nuestro objetivo es favorecer en la pareja un estado de tranquilidad, comunicación, confianza, armonía y bienestar en los diferentes ámbitos de su relación.
Tu satisfacción y bienestar sexual son esenciales para una vida plena. No dejes que los desafíos en tu vida sexual afecten tu calidad de vida. Programa una cita con nuestro terapeuta sexual hoy mismo y comienza el camino hacia una sexualidad saludable y satisfactoria.